El título de este post es la denominación tradicional que se le da a la labor de quemar las ramas del olivo sobrantes tras su poda. Con las ramas caídas, que están alrededor del tronco del árbol, se realizan pequeñas hogueras cada cuatro olivos más o menos y se van alimentando mientras haya "ramón" en las proximidades. Dicha operación se repite una y otra vez hasta que se ha "limpiado" toda la finca. Normalmente se suelen hacer varias hogueras a la vez, para optimizar el trabajo, y siempre teniendo cuidado de que la llama no sea demasiado fuerte ya que corremos el riesgo de quemar el olivo.
De un tiempo a esta parte también se usa el método de "picar" la materia vegetal sobrante de la poda, que consiste en amontonar las ramas de olivo alineadas a lo largo de la finca y pasar por encima con un tractor al que se le ha acoplado una maquinaria diseñada para triturar dichas ramas en trozos pequeños que sirven para abonar la tierra.
interesante articulo
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